Empezamos el jueves recibiendo una visita gatuna por el desayuno. Mientras montábamos la mesa en la terraza para desayunar, hemos dejado la puerta abierta y al darnos la vuelta allí estaba "3 pies" maullando y haciendo el zalamero para ganarse su desayuno.
Después de esta tierna y divertida visita, organizamos las maletas para un super día intenso de excursión: Offenburg, Gengenbach, Steinach, Haslach, Hofstetten, Hausach, Wolfach, Schitach. Hemos madrugado mucho, pero creéis que lo conseguiremos?
Nuevamente cogemos la A5 en dirección a Offenburg. Pasamos por delante del Europa Park, del que dicen es el parque de atracciones más grande de Europa, pero no entramos ni paramos ya que Silvia y Celia aún son muy pequeñas para ello. Las dos veces anteriores que hemos viajado en esta carretera hemos cogido tráfico y hoy no iba a ser distinto. Y lo que más impresiona es la cantidad de camiones que viajan por esta carretera.
Al llegar a Offenburg dejamos el coche en un parking al aire libre, en 10 Gerichtsstrasse ( 1 hora = 1´50€), que está a 2 minutos andando del centro, las calles peatonales... Frente a la preciosa y antigua farmacia que hay casi delante del Ayuntamiento había un pequeño mercado con puestos de fruta y verdura en el que hemos comprado una caja de fresas (2€), y una zanahoria para Celia (free).
Al terminar esta pequeña calle os encontraréis con dos esculturas giratorias de bronce y bastante grandes con forma de pájaro, que a Celia le han encantado. En verdad, a todos :) Así que la parada en los pájaros se ha alargado y girado más de lo previsto.
Desde los pájaros tendréis el Ayuntamiento (1741), del arquitecto Mathias Fuchs, enfrente un poco a la izquierda, y toda la calle para pasear hacia la derecha, con tiendas preciosas, restaurantes, cafeterías... y hasta llegar a ver la catedral.
A la vuelta hemos visitado la Iglesia de la "Santa Cruz", cuya entrada da prácticamente al altar. Es pequeña, sobria y muy bonita. Al salir, si la bordeáis hasta llegar al patio trasero veréis la escultura "El Monte de los Olivos", que es un nicho del s. XVI.
Se pueden visitar varias cosas en esta ciudad; El jardín Vinzentius y el parque Zwinger, La iglesia protestante, la fuente de Neptuno, el monasterio capuchino...
Paseando de vuelta al coche hemos parado en un pequeño centro comercial "Müller", donde podéis aprovechar a hacer unas compras de alimentación en la planta baja, objetos, bisutería, ropa... Ir al baño, cambiar a los bebés... Es chiquitito pero muy práctico.
Gengenbach está a 15 minutos, y desde el parking hay un acceso muy fácil a la carretera que lleva hasta aquí. Así que ponemos rumbo a Gengenbach... ¡Allá vamos!
Al llegar a Gengenbach, uno de los pueblos más bonitos para nosotros, hemos aparcado el coche al otro lado de las vías del tren, casi frente a la piscina municipal y una vieja fabrica. Es una zona residencial con casitas en la que no se paga por aparcar. Hemos cruzado las vías del tren por un paso subterráneo peatonal que te deja directamente casi en el centro del pueblo.
Nada más llegar hemos girado ala derecha, y enseguida nos hemos metido a la izquierda e un callejón que parecía bonito. Allí hemos podido callejear por unas callejuelas empedradas y estrechas, llenas de casas con entramado de madera, enredaderas interminables, flores de todos los colores... ¡espectacular!
Al salir de este escenario de ensueño, dimos a la calle principal donde buscamos sitio para comer. La verdad es que hemos acertado, hemos comido fenomenal, con una relación cantidad-calidad-precio espectacular en la bonita terraza del restaurante, justo delante del Obertum (aunque las vistas de la terraza no daban al Obertum, sino a la calle principal). Al terminar de comer hemos ido a la izquierda del restaurante, si miráis hacia el Obertum, a por un helado de chocolate en barquillo para Celia (0.80€ la bola, los helados son muy baratos en Alemania). Y se lo ha tomado mientras dábamos de comer a Silvia en un banquito a la sombra justo detrás del restaurante mirando hacia el Obertum. Por esa misma calle hemos seguido el paseo dejando el Obertum a nuestra izquierda hasta llegar a un parque a la verita del río (riachuelo, más bien). Hace un día muy caluroso y todo el mundo está remojando los pies, así que como dice el refrán "Donde fueres haz lo que vieres", allí dentro estábamos también nosotros refrescándonos y jugando con el agua.
Luego hemos jugado en el parque, nos hemos tirado todos por el tobogán loco... ¿Qué os parece?
Y callejeando de nuevo hasta llegar a la otra puerta de entrada a la ciudad. Frente a un bar había un divertido abrevadero con regaderas, cubos y patitos de goma, donde hemos parado a mojarnos más y jugar un rato. Y así tranquilos y fresquitos hemos vuelto hacia el coche, después de 4 horas y 15 minutos en este pueblo.
En Steinach la parada ha sido mucho más breve. Hemos aparcado justo en la puerta de la iglesia para entrar a verla. Es una Iglesia románica, la única con cúpula en forma de bulbo.
Luego hemos ido a información, parada en los baños públicos que ya sabemos que siempre hay junto a las oficinas de información, y al salir hacia la carretera enseguida vimos la casa de entramado de madera del "Águila Negra" (1716).
Rumbo a Haslach, un pintoresco pueblo considerado monumento nacional, y la verdad es que aunque muy pequeño pero es un pueblo admirable.
Es muy bonito, está lleno de fuentes y esculturas como la famosa "Fuente de los locos". Lo cual nos ha dado mucho juego con Celia, para tocar el agua, mojarnos, jugar...
Camino de Hausach nos hemos confundido de carretera y hemos parado en Hofstetten para dar la vuelta y aprovechar a ver su iglesia y las enormes campanas que tiene en la puerta. Parada justa de tiempo y media vuelta para llegar a Hausach.
Al llegar a Hausach, hemos podido aparcar el coche en una zona azul en la que nos servía la tarjeta azul de aparcamiento que trae el coche de alquiler. Además al ladito de la catedral.
Hemos andado hacia la derecha hasta llegar a la casa "Herrenhaus" (1760), jugando con las fuentes, saltando los canales de agua por la calle... Pero como ya es tarde no hemos podido visitar la maqueta del ferrocarril de la Selva Negra con dirección digital, la mayor de su tipo de Europa, porque estaba cerrada. Hemos visto el exterior del ayuntamiento, pero ya no nos ha dado tiempo a subir al castillo... así que la visita nos ha sabido a poco, no ha sido lo mejor del día.
Wolfach en cambio nos ha sorprendido muy gratamente. Era la última parada que íbamos a hacer, nos pillaba un poco cansados y en la guía apenas le dedican una foto al ayuntamiento y pocas líneas. Pero para nosotros ha sido muy especial, según hemos atravesado la puerta de entrada a la ciudad, se ha abierto ante nuestros ojos una amplia calle, con casas preciosas a ambos lados de las que colgaban filas y filas de banderines que llenaban todo de luz y color. Las terrazas de bares y restaurantes estaban llenas y había animación por la calle.
Hemos aparcado en la callejuela que está a la izquierda, a la altura del ayuntamiento. Como son más de las 20:00 h. no hemos tenido que poner ticket, y hemos podido caminar la ciudad sin preocupación de pasarnos. El Ayuntamiento (1893) de arenisca y decorado con frescos, nos ha parecido una obra espectacular, las calles y las casas de la zona principal preciosas...
Y además, suponemos que con motivo de fiestas o algo similar, hemos podido escuchar en un gran patio a la entrada de la ciudad un concierto de la banda de acordeón de Gutach, que a Celia e Isa les ha encantado.
Luego hemos paseado hasta el río, desde donde se ve la Iglesia St. Jacob. Y ya a por el coche, y vuelta a casa por la 294. Nos seguimos impresionando cada día de la maravilla que es volver a casa con este escenario en la carretera.
Pese al cansancio, al volver a casa y acostar a las niñas hemos salido de dudas de qué es lo que tienen escrito en la mayoría de las puertas de las casas con tiza, que nos parecía muy curioso y no paramos de verlo, "20+C+M+B+15". Un dato muy curioso.
Después de esta tierna y divertida visita, organizamos las maletas para un super día intenso de excursión: Offenburg, Gengenbach, Steinach, Haslach, Hofstetten, Hausach, Wolfach, Schitach. Hemos madrugado mucho, pero creéis que lo conseguiremos?
Callejuela de Gengenbach. |
Nuevamente cogemos la A5 en dirección a Offenburg. Pasamos por delante del Europa Park, del que dicen es el parque de atracciones más grande de Europa, pero no entramos ni paramos ya que Silvia y Celia aún son muy pequeñas para ello. Las dos veces anteriores que hemos viajado en esta carretera hemos cogido tráfico y hoy no iba a ser distinto. Y lo que más impresiona es la cantidad de camiones que viajan por esta carretera.
Al llegar a Offenburg dejamos el coche en un parking al aire libre, en 10 Gerichtsstrasse ( 1 hora = 1´50€), que está a 2 minutos andando del centro, las calles peatonales... Frente a la preciosa y antigua farmacia que hay casi delante del Ayuntamiento había un pequeño mercado con puestos de fruta y verdura en el que hemos comprado una caja de fresas (2€), y una zanahoria para Celia (free).
Al terminar esta pequeña calle os encontraréis con dos esculturas giratorias de bronce y bastante grandes con forma de pájaro, que a Celia le han encantado. En verdad, a todos :) Así que la parada en los pájaros se ha alargado y girado más de lo previsto.
Desde los pájaros tendréis el Ayuntamiento (1741), del arquitecto Mathias Fuchs, enfrente un poco a la izquierda, y toda la calle para pasear hacia la derecha, con tiendas preciosas, restaurantes, cafeterías... y hasta llegar a ver la catedral.
A la vuelta hemos visitado la Iglesia de la "Santa Cruz", cuya entrada da prácticamente al altar. Es pequeña, sobria y muy bonita. Al salir, si la bordeáis hasta llegar al patio trasero veréis la escultura "El Monte de los Olivos", que es un nicho del s. XVI.
Se pueden visitar varias cosas en esta ciudad; El jardín Vinzentius y el parque Zwinger, La iglesia protestante, la fuente de Neptuno, el monasterio capuchino...
Paseando de vuelta al coche hemos parado en un pequeño centro comercial "Müller", donde podéis aprovechar a hacer unas compras de alimentación en la planta baja, objetos, bisutería, ropa... Ir al baño, cambiar a los bebés... Es chiquitito pero muy práctico.
Gengenbach está a 15 minutos, y desde el parking hay un acceso muy fácil a la carretera que lleva hasta aquí. Así que ponemos rumbo a Gengenbach... ¡Allá vamos!
Al llegar a Gengenbach, uno de los pueblos más bonitos para nosotros, hemos aparcado el coche al otro lado de las vías del tren, casi frente a la piscina municipal y una vieja fabrica. Es una zona residencial con casitas en la que no se paga por aparcar. Hemos cruzado las vías del tren por un paso subterráneo peatonal que te deja directamente casi en el centro del pueblo.
La historia de la ciudad de Gengenbach en mural. |
Al salir de este escenario de ensueño, dimos a la calle principal donde buscamos sitio para comer. La verdad es que hemos acertado, hemos comido fenomenal, con una relación cantidad-calidad-precio espectacular en la bonita terraza del restaurante, justo delante del Obertum (aunque las vistas de la terraza no daban al Obertum, sino a la calle principal). Al terminar de comer hemos ido a la izquierda del restaurante, si miráis hacia el Obertum, a por un helado de chocolate en barquillo para Celia (0.80€ la bola, los helados son muy baratos en Alemania). Y se lo ha tomado mientras dábamos de comer a Silvia en un banquito a la sombra justo detrás del restaurante mirando hacia el Obertum. Por esa misma calle hemos seguido el paseo dejando el Obertum a nuestra izquierda hasta llegar a un parque a la verita del río (riachuelo, más bien). Hace un día muy caluroso y todo el mundo está remojando los pies, así que como dice el refrán "Donde fueres haz lo que vieres", allí dentro estábamos también nosotros refrescándonos y jugando con el agua.
Luego hemos jugado en el parque, nos hemos tirado todos por el tobogán loco... ¿Qué os parece?
Y callejeando de nuevo hasta llegar a la otra puerta de entrada a la ciudad. Frente a un bar había un divertido abrevadero con regaderas, cubos y patitos de goma, donde hemos parado a mojarnos más y jugar un rato. Y así tranquilos y fresquitos hemos vuelto hacia el coche, después de 4 horas y 15 minutos en este pueblo.
En Steinach la parada ha sido mucho más breve. Hemos aparcado justo en la puerta de la iglesia para entrar a verla. Es una Iglesia románica, la única con cúpula en forma de bulbo.
Luego hemos ido a información, parada en los baños públicos que ya sabemos que siempre hay junto a las oficinas de información, y al salir hacia la carretera enseguida vimos la casa de entramado de madera del "Águila Negra" (1716).
Rumbo a Haslach, un pintoresco pueblo considerado monumento nacional, y la verdad es que aunque muy pequeño pero es un pueblo admirable.
Fuente de los Locos, Haslach. |
Al llegar a Hausach, hemos podido aparcar el coche en una zona azul en la que nos servía la tarjeta azul de aparcamiento que trae el coche de alquiler. Además al ladito de la catedral.
Hemos andado hacia la derecha hasta llegar a la casa "Herrenhaus" (1760), jugando con las fuentes, saltando los canales de agua por la calle... Pero como ya es tarde no hemos podido visitar la maqueta del ferrocarril de la Selva Negra con dirección digital, la mayor de su tipo de Europa, porque estaba cerrada. Hemos visto el exterior del ayuntamiento, pero ya no nos ha dado tiempo a subir al castillo... así que la visita nos ha sabido a poco, no ha sido lo mejor del día.
Wolfach en cambio nos ha sorprendido muy gratamente. Era la última parada que íbamos a hacer, nos pillaba un poco cansados y en la guía apenas le dedican una foto al ayuntamiento y pocas líneas. Pero para nosotros ha sido muy especial, según hemos atravesado la puerta de entrada a la ciudad, se ha abierto ante nuestros ojos una amplia calle, con casas preciosas a ambos lados de las que colgaban filas y filas de banderines que llenaban todo de luz y color. Las terrazas de bares y restaurantes estaban llenas y había animación por la calle.
Hemos aparcado en la callejuela que está a la izquierda, a la altura del ayuntamiento. Como son más de las 20:00 h. no hemos tenido que poner ticket, y hemos podido caminar la ciudad sin preocupación de pasarnos. El Ayuntamiento (1893) de arenisca y decorado con frescos, nos ha parecido una obra espectacular, las calles y las casas de la zona principal preciosas...
Y además, suponemos que con motivo de fiestas o algo similar, hemos podido escuchar en un gran patio a la entrada de la ciudad un concierto de la banda de acordeón de Gutach, que a Celia e Isa les ha encantado.
Luego hemos paseado hasta el río, desde donde se ve la Iglesia St. Jacob. Y ya a por el coche, y vuelta a casa por la 294. Nos seguimos impresionando cada día de la maravilla que es volver a casa con este escenario en la carretera.
Pese al cansancio, al volver a casa y acostar a las niñas hemos salido de dudas de qué es lo que tienen escrito en la mayoría de las puertas de las casas con tiza, que nos parecía muy curioso y no paramos de verlo, "20+C+M+B+15". Un dato muy curioso.
1 comentario:
Muchísimas gracias por compartir la info! Súper divertido y muy útil! Pero sigo con la duda... Que significan esos números y letras???
Publicar un comentario