sábado, 22 de agosto de 2015

Al aire libre: Viaje a la Selva Negra (III)

Unos lo llaman miércoles, nosotros el día de equivocarse de carretera porque no nos fijamos que había dos pueblos con el mismo nombre... ¡Cuidado, hay otro Gutach en la Selva Negra!.
Hoy queríamos salir pronto de casa para disfrutar de una buena mañana en el museo al aire libre "Vogtsbaurnhof", pero con niños los horarios tienen que ser algo más flexibles, y salimos un poco más tarde de lo planeado. Y no toda la culpa es de los niños, una vez en carretera cogimos el camino a Gutach im Breisgau (47 km), cuando realmente queríamos ir a Gutach (Schwarzwaldbahn, mucho más al noreste)¡Qué lío!.





Salida 22, cogemos la 3 hacia el norte y salimos a la 24 hacia Gutach (Breisgau), ¡Ah, no, fallo! Ahora mejor seguimos la 294 hasta Haslach, y luego la 33 hacia Gutach (Schwarzwaldbann), y... ¡obras! Definitivamente hoy no llegamos pronto a ninguna parte. Encima para más rintintín nos hacen atravesar por el primer Gutach (Breisgau) paralelos al río, por lo menos nos acompañan unas vistas bonitas. Al final desde Elzach pudimos coger carretera 14 km, hasta nuestro objetivo real: Gutach (Schwarzwaldbann). Eso sí, hemos tenido unas vistas espectaculares de la Selva Negra, tanto a izquierda como a derecha, y hemos atravesado pueblos preciosos como Oberpretchal.

En el último tramo de Elzach a Gutach dejamos a la izquierda un molino de agua precioso, que vimos por azar al fijarnos en su peculiar tejado de paja y el estado antiguo de la construcción. Al final, ha merecido la pena perderse y dejarse llevar por las diferentes circunstancias, para carretear entre la espesura de los miles de árboles que nos rodean, ver cómo atraviesan los rayos de Sol en los pocos claros que hay entre las ramas...

Al legar a Gutach, justo en el cruce a la izquierda está el desvió hacia el Freilichtmuseum Vogtsbauernhof. Es un cartel pequeño, pero por lo menos está señalizado. Es un museo enorme al aire libre, en el que puedes experimentar cómo se vivía hace años en la Selva Negra. Y tiene muchas actividades para niños señalizadas en el mapa que te dan en la entrada. Es para pasar mínimo una mañana entera visitándolo, y la entrada son 9€ por adulto, niños gratis.

Entre las actividades para niños una de las que más disfrutó Celia fue una sala multisensaciones que representaba un bosque. Todo estaba hecho con troncos de madera, recortes de siluetas verdes, con sonido ambiente y focos en diferentes verdes... Y los niños pueden entrar en la sala, subir y bajar troncos, esconderse, correr...



Y además de los variados edificios museo en los que se puede entrar a visitar estancias, ver cosas e interactuar. Tambien está un antiguo molino de trigo, el cual se puede visitar con guía en inglés, un molino de agua... Y cómo no, los animales de la granja muy bien cuidados.

Al aparcar en el parking del Freilichtmuseum Vogtsbauernhof vimos desde la carretera una montaña rusa al aire libre en mitad de la montaña, "Rodelbahn". Lo que más nos sorprendió es que ni la guía, ni los blogs e informaciones que habíamos leído antes de ir lo mencionaban pese a tener muy buena pinta. Así que al salir del Museo al aire libre fuimos a ver cómo era, y una vez allí parece ser que la gente sí lo conocía porque había cola. Pero no os desaniméis porque tienen muchos coches y la cola va muy rápido tanto para comprar los tickets como para montar, Precio: 12€ adultos, 2€ niños a partir de 3 años. Son unos cochecitos individuales en los que tú manejas los frenos, con la normativa de que en ningún caso puedes quedarte totalmente parado.



Al salir, al lado de la izquierda de la carretera, tuvimos que parar a comprar agua helada en un Gefaco Market (supermercado sólo de bebidas) porque hacía un calor horroroso. Justo al lado también hay un NORMA, por si a alguien le hiciera falta, pero no vendían agua fría.

Llegamos a Hornberg. Aparcamos como siempre a la entrada del pueblo, y paseito por la calle principal hasta el puesto de información turística. Nos han dejado caer que lo que mayor interés tiene es el castillo. ¿Relojes de cuco?, ¿Qué es eso?Ni que estuviéramos en una de las zonas más turísticas por sus relojes... Menos mal que llevábamos bastante mirado qué cosas no olvidarnos de ver en cada sitio. Y pese a sus indicaciones hemos dado un paseo por el pueblo que nos ha resultado muy mono. Desde el ayuntamiento, hemos cruzado el río hacia la izquierda y hemos estado jugando con las niñas en unas vaquitas pintadas, y después del paseo de vuelta al coche par subir al castillo.




Hemos subido en coche hasta el castillo, se aparca justo frente a un hotel que hay ubicado allí arriba. Paseamos por sus alrededores, nos deleitamos con sus vistas, tiempo de fotos, que Silvia coma... y escalinata arriba para subir a la torre del castillo. Con Celia jugábamos a que era la torre del castillo de Rapunzel, e Isa y Celia se aventuraron a subir hasta el mirador que hay en lo alto de la torre. Desde cuyas almenas, aunque acristalado por completo, se pueden sacar unas preciosa panorámicas de la zona.




Después de bajar nuevamente la escalinata hacemos una parada en el parque de madera que hay bajo el castillo (con castillo, caballos... los alemanes saben hacer parques de verdad). Y de nuevo al coche con dirección a Triberg.



Camino a Triberg y antes de salir de Hornberg nos encontramos con los relojes de música de Hornberg, los mismos que la chica de información turística no nos había indicado, y no están señalizados por ninguna parte. Eso sí, cuando pasas por delante, sabes fácilmente que estás allí, no es muy usual ver por la carretera un reloj de cuco del tamaño de una fachada. Y justo enfrente del reloj hay una zona para parar con el coche.

Siguiendo por la misma carretera hacia Triberg, un poco más adelante, al pasar por Schonachbach, al lado derecho de la carretera veréis también "La casa de los 1000 relojes". Su fachada es muy llamativa, así que es dificil que se os pase desapercibida.



Al llegar a Triberg aparcamos a la derecha del río, casi frente a la entrada hacia las cataratas, en un terraplen e arena por el que pagamos 15 minutos (desde las 20:00 h. no se paga). El pueblo parece precioso, pero como es tarde preferimos subir en primer lugar a las cataratas porque hemos visto que tienen una barrera a la entrada, no nos vayan a cerrar la visita (Información importante, en la mayoría de los pueblo que hemos visitado entre las 17:00 y las 18:00 ya está todo cerrado). Precio de visita a la zona de las cataratas 8€ por adulto, aunque nosotros hicimos un poco el turista, al rato de entrar nosotros ya no se pagaba entrada y la barrera seguía abierta. Eso sí, colaboramos en el mantenimiento del área de las cataratas de Triberg.



Nos propusimos subir con los dos carritos (Celia la pobre ya no podía más por hoy) hasta casi arriba del todo, y cuesta, pero es factible hacerlo. Al principio pensábamos hacer sólo el primer tramo, pero una vez allí el entorno te pide que sigas más allá. Hay tres rutas de senderismo diferentes que se pueden hacer:


  1. La ruta de la cascada, que es la que nosotros hicimos. Subir hasta la cascada, subir hasta la mitad del salto, y llegar hasta arriba del todo para ver la cascada caer.
  2. La ruta de la naturaleza, que si vas preparado par hacer senderismo te indicaba que se hace aproximadamente en 45 minutos de ida y luego la vuelta otros tantos.
  3. La ruta de la cultura, que la marcaban en hora y media.
Al salir de la zona de cataratas paseamos por el pueblo, aunque excepto los restaurantes ya estaba todo cerrado. Si os gusta, hay muchas tiendas de relojes de cuco aquí también.


Volvimos al coche para regresar a casa, eso sí, ahora sin perdernos que ya ha sido un largo día. ¡Buenas noches!



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