miércoles, 12 de agosto de 2015

A la selva con los niños: Viaje a la Selva Negra (I)


Verano de 2015. Los viajes veraniegos son tradición familiar, y ya llevamos a cuestas unos pocos destinos. ¡Y cada cual mejor que el anterior! Este año tenía que ser muy especial, ya que era la primera vez viajando con una familia de cuatro miembros: mi guapísima señora (que está leyendo esto mientras escribo), nuestra hija mayor (3 años), la pequeña incorporación a la plantilla (3 meses) y servidor de uds. De entre todos los destinos que barajamos, que no fueron pocos, decidimos viajar una semana a ¡la Selva Negra!

¿Por qué la Selva Negra? Pues bien, desde Madrid ofrece un viaje en avión bastante razonable para hacerlo con las niñas y, además, es un destino con mucha naturaleza y bastantes opciones de turismo familiar (y porque lo propuso mi señora, que sigue leyendo mientras escribo).

Nuestra opción fue volar de Madrid a Zurich (en torno a 2 horas totales de viaje), para allí alquilar un coche (el de la foto) y viajar hasta Friburgo (1h y 40 min), donde establecimos el campamento base para toda la semana que estuvimos allí. No obstante, el aeropuerto más cercano es el de Basel-Mulhouse (45 min hasta Friburgo), pero el precio de los billetes se disparaba hasta 200€ más. Hay más opciones, como viajar hasta Estrasburgo o Frankfurt, aunque a nosotros nos pareció que la combinación Zurich + Friburgo era la más apropiada.



Viajamos a principios de agosto, con una previsión de tiempo de sol y mucho calor (hasta 38º), alternando con lluvias esporádicas. La previsión se cumplió, haciendo incluso mejor tiempo del que esperábamos (sólo 1 día de lluvia).

Decidido el destino, preparamos el viaje con una guía turística específica de la Selva Negra (muchas gracias a Raulete y su papá) y mucha información de internet (blogs y páginas de turismo, principalmente). Con todo esto definimos unos itinerarios para cada día de la semana, con el fin de aprovechar al máximo el tiempo con las niñas. Una vez en el terreno, ajustamos el itinerario según el clima y las circunstancias de cada día. Lo importante era, aún llevando una planificación de lo que queríamos hacer, dejarnos disfrutar con el viaje y, más importante aún, hacer que mis chicas disfrutasen lo máximo posible.

Aunque la Selva Negra está llena de pueblos encantadores con miles de hostales (Gästehaus), optamos por hacer noche siempre en Friburgo. Es la ciudad más relevante de la Selva Negra, a una distancia muy razonable de todos los destinos que queríamos visitar, lo que en coche nos supuso desplazamientos de 1 hora máximo. Esto era crucial viajando con las niñas, ya que demasiadas horas seguidas en coche pueden llegar a ser muy difíciles para ellas. Además, hacer y deshacer maletas cada poco para cambiar de alojamiento las podía desubicar y, dadas las distancias cortas de la zona, nos iba a proporcionar más disgustos que arreglos.

En las próximas entradas iremos describiendo nuestros viajes diarios, con recomendaciones de lugares, itinerarios, carreteras, bares y sitios de interés. Todo ello contado desde nuestra experiencia que, aún siendo sólo uno de los muchos viajes que se pueden realizar a la Selva Negra, ha sido un viaje excepcional del que hemos vuelto encantados.

Los itinerarios que hicimos en los 6 días siguientes al viaje (lunes) fueron:

  • Martes: Sasbachwalden, Bischenberg, Mummelsee (lago), Ottenhöffen (ruta de los molinos), Waldlum y Achern.
  • Miércoles: Gutach (museo al aire libre), Hornberg, Schonachbach (relojes y molinos de agua) y Triberg (cascadas).
  • Jueves: Offenburg, Gengenbach, Steinach, Haslach, Hoffstetten, Hausach y Wolfach.
  • Viernes: Titisee, Schluchsee (lagos), Lenzkirch, Kappel, Neustadt, St. Märgen y St. Peter.
  • Sábado: Friburgo (ciudad).
  • Domingo: Friburgo (granja Mundenhof) y Staufen. 



No hay comentarios: