lunes, 1 de octubre de 2018

Suecadas XIV: En busca de los Trolls de Copenhague

¿Cuando pensáis en trolls no os viene a la mente la típica imagen de tienda de souvenirs nórdica de un pequeño bichito de cabeza, orejas y nariz grande, con pelos alborotados que le salen de debajo de una especie de casco vikingo? Pues esta vez no hemos ido en busca de estos pequeños seres mitológicos, más bien nos hemos adentrado en bosques en busca de una familia de trolls gigantes obra del artista danés Thomas Dambo.


¿Queréis descubrir con nosotros estos impresionantes Trolls de Dambo? Una mezcla muy recomendable de arte, naturaleza y diversión para todas las edades. Además tiene un trasfondo muy bonito de reciclaje y cuidado y respeto de la naturaleza. Podéis seguir leuendo este post aquí.
Thomas Dambo en su página web ofrece mucha información sobre este proyecto, así como pequeños mapas que se pueden imprimir para ir buscando a estas simpáticas criaturas. Antes de ir en su busca os invitamos a que leáis un poco sobre sus proyectos. Aquí os dejamos un mapa que encontramos en el entorno cercano de uno de los trolls.


Nosotros pudimos disfrutar de un precioso día de finales de septiembre, ya algo fresquito pero soleado. Tuvimos que organizarnos bien y ser consecuentes con el tiempo que teníamos porque viajamos desde Malmö en coche y teníamos 6 horas para hacer el recorrido. ¿Por qué 6 horas? Para cruzar de Malmö a Copenhague tenemos diferentes alternativas: autobús, tren o coche. Pero cuando necesitas moverte de un sitio a otro y no dentro de la ciudad, viajando con tres niños de 6 y 3 años y un mes, la mejor alternativa es el coche. Cruzar el puente del Öresund es muy muy caro (100 euros ida y vuelta), pero teniendo un bropass se puede acceder al descuento del SnabbTur, que permite cruzar por la cuarta parte siempre y cuando la vuelta sea antes de 6 horas de la ida. Así que contábamos con 6 horas para conocer a estos amigables trolls y disfrutar de un día en familia. Ya hemos cruzado muchas veces este puente pero siempre nos sigue impresionando.


Nos planteamos la posibilidad de ver tres o cuatro trolls en este tiempo y lo conseguimos. Es cierto que no lo recorrimos andando ni en bici, pero es que no están cerca unos de otros y hace falta el coche para ver varios el mismo día. Además intentamos aparcar relativamente cerca para no tener que andar durante mucho tiempo. Nos planteamos recorrer los trolls de la parte superior del mapa en el que aparece la ubicación de los 6 gigantes, aunque al final hicimos alguna variación..

1. Troll 1 "Louise dormido". 

El entorno es el menos bucólico de los cuatro trolls que hemos conocido, pero siendo justos sólo vimos la zona en la que estaba el Troll que en este caso no es muy difícil de encontrar. Como no teníamos tiempo no seguimos haciendo las rutas de senderismo marcadas para ver el bosque, pero aún así el entorno seguía siendo bonito.


Louise es un gigante en el que se puede entrar dentro, trepar y disfrutar de sus detalles. Se supone que fue creado también para dar cobijo a los indigentes de la zona y que pudieran resguardarse del mal clima. A las niñas les encantó subir, bajar, usarlo de tobogán, entrar por su boca, usar su oreja de sofá, tocarle los ojos y la nariz...



Louise dormido es un troll que invita a jugar sobre él, detallado y escondido en un lugar muy recogido y tranquilo.


2. Trolls 5 y 4 "Thomas en la montaña" y "la pequeña Tilde". 

Un entorno de 10, increíble para perderse en él, pasear, jugar, correr, pasar el día sin prisa y recorrer cada pequeño rincón, nos encantó. Al llegar no sabíamos qué troll nos encontraríamos antes, ni por dónde empezar a buscar, así que optamos por preguntar a unos lugareños gracias a los cuales nos perdimos en el bosque  y pasamos el rato más divertido buscando de un lado para otro, metiéndonos entre árboles, subiendo pequeñas colinas, trepando áboles, encontrando lugares preciosos por azar... Realmente merece la pena perderse para encontrar al larguirucho Thomas.


Cuando desde lo alto de una colina buscando entre lo huecos de las hojas de los árboles pudimos ver un trozo del hombro de Thomas nos dio muchísima alegría y corrimos a buscarlo. Al llegar nos dimos cuenta de que había un camino rápido y fácil para llegar hasta él, pero no cambiaríamos nuestra pequeña aventura por nada, incluso tras los calcetines mojados, el cansancio de no parar de andar, la sesación de no saber dónde estar... Genial.


Thomas en la montaña descansa mirando al horizonte sobre la ladera de una pequeña colina en el bosque. Tiene largas piernas, una barriga a la que trepar para tumbarse a descansar como él y un rostro serio con la mirada en la naturaleza. Al estar casi en horizontal es muy divertido porque los niños y no tan niños pueden trepar por él y hacer recorridos sin problemas. Está creado con maderas recicladas.


Thomas en la montaña


Para buscar a la pequeña Tilde desde donde está Thomas es fácil ir a pie y además el camino es precioso recorriendo la orilla de un lago. Como anteriormente nos habíamos perdido bastante para encontrar a Thomas las niñas estaban algo cansadas y nos quedaba menos tiempo, así que optamos por volver al coche y aparcar más cerca de Tilde. No muy lejos del parking nos sorprendió encontrarnos con este bonito restaurante a orillas del lago, tiene salón interior, terraza acristalada y terraza exterior.


Nosotros traíamos preparado un picnic así que nos sentamos a disfrutar de las vistas del lugar en una mesa de las muchas que hay a orillas del lago. Hay unos baños muy bien acondicionados justo al lado y una gran extensión de campo para que los niños jueguen y corran. Un fantástico rato para reponer fuerzas y disfrutar.


Después de comer retomamos el camino en busca de la pequeña Tilde. Para nosotros fue la troll más bonita, pese a ser la más pequeña de todas tiene tanto detalle, tan amigable y rodeada de un entorno tan bonito que lo tiene todo absolutamente. Tilde alberga además en su redondeado cuerpo 28 casitas de pájaro que se pueden buscar entre las maderas que simulan su pelo.

La pequeña Tilde


3. Troll 2 "Trine en la cima de la colina". 

Sorprendentemente Trine no estaba en un bosque, no. Cuando aparcamos el entorno nos sorprendió un poco al no ser el bosque que esperábaos, es más una especie de cuartel antiguo reconvertido en casas u oficinas. Poco a poco vas llegando a un entorno más natural hasta llegar a un lugar muy especial para los grandes y pequeños, ¿Adivináis qué es?


Nos encontramos con un grupo scout haciendo actividades y acampando en unas graciosas cabañas de madera con su hoguera en medio, paseamos viendo todos los animales y jugando en diferentes juegos especialmente preparados para los niños hasta encontrarnos con Trine. La troll con pelo como les sorpendió a las niñas. Trine también está recostada y entre sus manos hay un mirador en el que también te puedes recostar como ella a descansar y disfrutar de las vistas.


Trine fue el último troll que nos dio tiempo a visitar en estas 6 horas, pero pudimos disfrutar tranquilamente del entorno sabiendo que no íbamos a ver más y cuánto tardaríamos en volver. Eso sí, estamos deseando poder volver para ver los dos trolls que nos faltan y entonces ir más despacio para disfrutar y hacer alguna caminata por los nuevos bosques que nos esperan. Además para la próxima llevaremos los mapas impresos para que las niñas sean las que busquen siguiendo las pistas.


Esperamos que os hayan gustado y encontréis algún hueco para visitar a estos pequeños gigantes, es muy recomenable en familia, con amigos, en pareja, solos... Como cada uno quiera.

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