Hace como tres semanas o un mes que, por casualidad, nos sugirió Facebook un anuncio de un lugar que parecía mágico para vivir una tarde-noche navideña con las niñas. Así que buscamos más información y nos lanzamos a comprar las entradas. Si bien es cierto que las profesoras de nuestra hija mayor nos habían recomendado el sitio, no teníamos ninguna referencia de este evento en particular. De hecho esa fue la única publicidad que vimos, y hemos visto, sobre el mismo. Os dejo un enlace al vídeo que nosotros vimos sobre el plan navideño en el Skåne Djuparken a las afueras de Höön.
Nada más entrar había una acogedora entrada con muchos ayudantes de Papá Noel esperando para darte la bienvenida dulcemente. La verdad es que todo el personal de las instalaciones era atento, cercano y muy entregado con su posición de duendes hacia niños y mayores. Unos duendes te ponían el gorro de Navidad, otros te entregaban y explicaban un precioso pasaporte que deben ir cumplimentando los niños según van haciendo las diversas actividades del parque... Una calurosa acogida.
Lo que me pareció luego más caótico fue poder cubrir todas esas actividades con niños en el tiempo tan corto que permanece abierto el parque. No sé si fue porque no nos organizamos bien, o porque estuvimos demasiado tiempo en los talleres y están pensados para hacerlos más rápido. Quizás paramos muchas veces a comer, tanto la comida como la bebida también están incluidas en el precio, es abundante, variada (cosas dulces, salados, comida sueca típica navideña, helados, glögg, café, chocolate caliente, julegrot (arroz con leche sueco de navidad), fruta, fuentes de chocolate con nubes...) y distribuida por muchas zonas del parque.
El caso es que nosotros íbamos con ilusión de ver a Papá Noel, bailar bajo el árbol y ver muuuuchos animales nórdicos y no hicimos nada de eso. fue una preciosa noche, no paramos ni un segundo, los niños lo pasaron genial... Pero se nos quedaron muchas cosas por ver y hacer, cosas que los niños iban con la idea de ver y hacer. Nos dio la impresión de que sería mejor si estuviera abierto entre 1 y 2 horas más, porque con niños es imposible ir más rápido y es una actividad organizada principalmente para ellos.
Ahora os vamos a contar un poquito sobre los talleres y las cosas que sí tuvimos tiempo de hacer de de ver. Primero comenzamos viendo la plaza central del árbol de Navidad donde por segundos tuvimos suerte de ver al caballo y al pony, los niños se podían acercar, hablar con sus cuidadores, acariciarlos con cuidado... Dimos una vuelta a la plaza viendo la decoración, tomamos algo caliente para soportar el frío y pronto empezamos el primer taller:
1. PEPPARSKAKSVERKSTAD:
Un taller para decorar galletas de jengibre gigantes con forma de máscara de corazón. Al entrar ibas a una mesa y unos elfos te entregaban tu galleta, tus mangas pasteleras de tres colores de glasa y un puñado de lacasitos. Si se acababa alguno de los ingredientes podías pedirles más sin ningún problema, te ayudaban en lo que hiciera falta.
Y algo que me pareció una gran idea de cara a los niños es que las galletas fueran tan grandes para que fueran capaces de manera lo más autónoma posible de decorar sus galletas solos. Además habían preparado un sitio especial para dejar secar las galletas y que pudieras continuar la visita sin cargar con la galleta. Luego antes de irte volvías a por ella.
Después de hacer la galleta intentamos dar una vuelta pero los niños tenían mucho frío, así que entramos en una cabaña a cenar, tomamos brochetas de carne y de salchichas, pollo en salsa, "papilla de Santa" (julegrot) que es como un arroz con leche pastoso, unas ricas pepparkakor, dulce de azafrán, helados (para combatir el frío), chocolate caliente, glögg... Al salir preguntamos por dónde era un evento de los regalos de Papá Noel, pero nos dieron unas orientaciones tan escasas... que nunca llegamos. Aunque aparecimos en el recorrido de la Oveja Shaun, que tampoco lo habíamos visto.
2. FÅRET SHAUN:
Aun así, revisando ahora el pasaporte de las niñas creo que tampoco recorrimos todo lo referente a la oveja Shaun, pero bueno... Visitamos varias instalaciones, y nos dieron un diploma por encontrar a todas las ovejas perdidas. La parte trasera del diploma eran dibujos de varias ovejas escondidas en diferentes lugares, y que una vez que subías al tractor y hacías el recorrido por los escenarios de la oveja Shaun había que ir tachando cuáles eran las ovejas que habías conseguido encontrar.
Fue divertido y a los niños les encantó. Como les encantó también poder abrazar y hacerse fotos con la lanosa y cálida oveja Shaun que acababa de llegar a la entrada donde teníamos los carros de los bebés justo cuando nos íbamos a ir.
Después tuvimos que hacer una parada de emergencia por el frío, para poner ropa extra, dar la toma a los bebés y disfrutar un poco de la fuente de chocolate con nubes blancas y beber algo calentito, porque realmente fue una noche muy fría. Luego seguimos nuestro recorrido porque a las 20:00 había baile en el árbol central, el que vimos en la entrada, a lo cual tampoco llegamos. Pero encontramos un nuevo "taller" mientras algunos iban también a hacer una parada necesaria con niños, el baño.
3. PREPARAR UNA BOLSITA DE COMIDA DE PÁJAROS.
Como os podéis imaginar fue una parada muy breve. Tenían cestos de mimbre con diferentes alimentos de pájaro, bolsas de papel y cucharas de madera. Podías coger una bolsa y poner la cantidad de cada alimento que quisieras para dar de comer a los pájaros. Era una cabaña preciosa, acogedora y calentita. Tenían dos grandes zonas para dos conejitos que estaban allí.
Cuando estuvimos todos listos, pasamos por la caseta del siguiente taller que ya estaban cerrando así que no lo pudimos hacer. Pero fueron tan amables de sellarnos el pasaporte y darnos los juegos de maderas necesarios para que cada niño haga su manualidad de carpintería en casa: construir una casita de pájaros de madera. Podríamos decir que la 4. SNICKERIVERKSTAD. Pero muy cerca de este taller vimos otro que sí pudimos hacer:
5. JULPRESENTVERKSTAD.
Donde los niños pudieron decorar con rotuladores de tela y purpurina bolsas de tela rápidamente, con rotuladores o purpurina unas preciosas jarritas de cristal y además les daban para hacer en casa unos adornos navideños para el árbol de papel que se hacen cosiendo.
Este fue el momento exacto en el que nos dimos cuenta de que seguramente eramos los últimos visitantes de todo el parque, y al salir de la cabaña vimos que incluso los elfos de Santa estaban recogiendo para irse a casa. Casi olvidándonos de recoger nuestras galletas decoradas, dimos una última carrera a por ellas y corriendo al coche que los peques ya iban dormidos en sus carros.
Podemos decir que fue una noche mágica, sin parar ni un segundo, que echamos de menos que hubiera más hogueras para calentarse un poco, pero que lo pasamos fenomenal. Todo decorado de una manera impresionante, que para eso los suecos saben bastante, creando un clima navideño, cercano y muy agradable. Unos trabajadores que pese al inmenso frío no perdieron la sonrisa ni la cercanía y es de agradecer. Aunque es una pena que no pudiéramos disfrutar de la otra mitad del parque, de su decoración, de los animales, y sobre todo de ver a Papá Noel. Aún así es una experiencia muy recomendable si estáis en Skåne y tenéis niños, realmente fue impresionante.
Y todo el parque estaba también decorado con escenarios y personajes del libro "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza", os dejamos un enlace a un vídeo de youtube sobre el libro por si no lo conocéis.
Y también recomendaros que este fin de semana hay muchos mercadillos de Navidad en Skåne, y maöana nos han recomendado uno en Malmö, que un compañero sueco de mi marido le ha dicho que está muy bien, el Mercado de Navidad de Katrinetorp, por si alguien se anima a ir. Mañana a las 15:00 había una procesión o concierto de Santa Lucía. Ya os hablaremos sobre él en otra entrada dentro de poco. Pasad una buena noche.
TACK SÅ MYCKET!
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