DIA 2 (13-08-2008): Aix en Provence - Pavia
Buenos días. ¡Qué cambio de tiempo! En la montaña en la que está el camping ha amanecido un sol radiante tras el chubasco de anoche, parece que nos espera un buen día.
Acabamos de dejar el camping de Aix que para la gente que le guste adentrarse en la naturaleza es estupendo. Las plazas de tienda están distribuidas a lo alto de la montaña. Pega: las cuestas. Ventaja: la vista de las montañas. Así que nos ha gustado bastante. Nuestra plaza estaba arriba del todo, tranquila, sin ruidos... Los baños están muy bien y el precio es bueno.
Nuestro nuevo destino es Pavia. Aproximadamente a 30 kms. de Milán. Salimos de Aix para acercarnos a la costa sudeste francesa, comenzando por Cannes que, según pensamos: si el festival de cine se celebra allí, por algo será. Efectivamente, está muy bien puesto: una playa bonita, un puerto deportivo enorme, un paruqe en frente de la playa decorado con fotos de eventos, manos de famosos por el suelo (la marca, claro, ¿os imagináis si no?) y en la otra acera todo un paseo inmenso de hoteles y tiendas de lujo.
No está mal para ir empezando... Para terminar el caluroso paseo un bañito rápido en la fría playa. Después, paramos en Niza... que es algo parecido pero más grande. El color de sus playas es increíble: azul turquesa, como sacado de la playa del Caribe, pero llena de piedras. Tiene un parque frente a la playa donde paramos a escuchar a un grupo mayorcete tocando rock de los 70-80.
Ya para culminar con este tipo de lugares: Mónaco, donde los pobres van en Mercerdes. Parece imposible que en algo tan pequeño quepan tantas cosas agrupadas (y tantos coches de lujo). El casino de Montecarlo no es un edificio especialmente grandioso si no fuera por todo el ambiente que lo rodea. Por delante un parque que poco a poco va dando entrada al casino lleno de una bajada de fuentes rodeadas de esculturas temporales y las más variadas flores. Los enormes hoteles, los coches y las tiendas que rodean este escenario... y si fuera poco, para rematar, la parte trasera tiene un mirador blanco muy largo con vistas al mar ( que es lo que está detrás de los yates). Para terminar, dimos una vuelta por la carretera para que Daci se sintiera todo un coche de Fórmula 1.
Debemos poner marcha a Milán para encontrar un camping anted de que se haga de noche. Entramos en Pavia (que no es de bacalao ni de merluza) apurando la hora nos aventuramos a ver si había alguno porque todos los de nuestra guía eran del norte y no nos venían bien. ¡Y lo encontramos! (toma, toma toma!) Tranquilidad y baños grandes (todo un lujo en un camping) y bien cuidados. Como aún no estábamos agotados decidimos acercarnos a ver Pavia, y tras dos vueltas por el centro (peatonal, pero Daci no conoce fronteras, con 2 cojones) decidimos aparcar frente al castillo del pueblo (¿tu pueblo no tiene uno?) y seguir caminando. En el camino nos encontramos con la que sería la primera de una larga lista de Gelatterias que se cruzarían en nuestro camino a lo largo del viaje. Como era de esperar, no defraudó.
Se va haciendo tarde y a las 22:30 cierran la barrera del camping (nosotros siempre contrarreloj, para darle salsilla a la vida). ¡Mañana espera caminata!
No hay comentarios:
Publicar un comentario